Lectura de Carolina Jiménez Sánchez, Las mujeres en los conflictos armados: conflicto, proceso de paz y posconflicto, Colección Atenea, Universidad de Málaga, 2016.
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Ramón Martínez García
Investigador
Universidad de Málaga
Lectura de Carolina Jiménez Sánchez, Las mujeres en los conflictos armados: conflicto, proceso de paz y posconflicto, Colección Atenea, Universidad de Málaga, 2016.
En un mundo tremendamente dominado por la violencia y la discriminación hacia las mujeres, la obra Las mujeres en los conflictos armados: conflicto, proceso de paz y posconflicto es un estudio necesario. Prueba de ello es que la autora, Carolina Jiménez Sánchez, ha recibido el XXV premio internacional de investigación Victoria Kent por dicha obra. La misma fue editada en el año 2015, reimprimiéndose en año 2016, y es la síntesis de una tesis doctoral más amplia sobre las mujeres y los conflictos armados cuya hipótesis de partida es la insuficiencia de las normas internacionales para responder a las situaciones que se enfrentan las mujeres y las niñas durante las épocas de violencia y transición.
En primer lugar, hay que destacar esta monografía por ser tremendamente actual, y tratar la violencia desde un punto de vista holístico. La metodología utilizada es plural. Desde la perspectiva jurídico-internacional se adscribe a las tres dimensiones del derecho, analizando las normas desde la dimensión fáctica, normativa y axiológica. Además, integra una metodología feminista y hace uso de un análisis transidiciplinar con aportes de la historia, la sociología o las relaciones internacionales.
La autora no define el conflicto armado como un hecho concreto, sino como un proceso. Este proceso constaría de varias fases que, en el libro se identifican con los diferentes capítulos: “Las mujeres en el derecho internacional humanitario”, “Principales roles de las mujeres en los conflictos armados”, “El proceso de paz” y la “Reconstrucción posbélica”. Todas estas fases tienen en común un análisis feminista de la cuestión y también una perspectiva globalista.
Su estrecha conexión con América Latina viene dada por el análisis del papel de las mujeres en diferentes conflictos de liberación nacional y guerrillas del siglo XX. Para ello toma dos ejemplos paradigmáticos en los conflictos de Colombia y de México. El proceso de paz colombiano o la especificad que ostenta el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en la construcción de la identidad de un tipo de guerrillera que sale fuera del patrón general, y que fue el germen de la Ley Revolucionaria de Mujeres. El proceso social y formal hizo que esta Ley terminara otorgando derechos a todas mexicanas. La inclusión de las guerrilleras como objeto de estudio aporta muy interesantes matices de cómo un análisis feminista o de género nos puede hacer cambiar la perspectiva sobre la realidad contada de una manera androcéntrica, siendo su originalidad la de optar por una perspectiva jurídico-internacional que ayuda a entender mejor la necesaria transformación de las normas a nivel global.
Es por ello muy necesario este libro, que además comprende de manera integral el ciclo de la violencia y cómo ésta afecta de manera específica a las mujeres y niñas. Esto sucede en todas las partes del mundo, y en todos los conflictos armados desde tiempos inmemoriales, como apunta la autora.
Jiménez Sánchez además analiza desde el punto de vista del Derecho Internacional Público, como se ha creado el Derecho Internacional Humanitario (aquel que se ocupa de la regulación de las guerras, ahora llamados “conflictos armados”). La formación y desarrollo de las diversas ramas del Derecho Internacional también responde a criterios sexistas, que posicionaban a las mujeres en un rol de vulnerabilidad estereotipado, respondiendo frecuentemente a su papel como reproductora de la especie, y dejando a un lado la protección frente a la violencia basada en el género. Así los roles en los que las mujeres están protegidas en el Derecho Internacional Humanitaria son casi limitados al de mujeres embarazadas y madres.
En este punto, es preciso subrayar que la autora prefiere, acertadamente en mi opinión, el uso del término “violencia basada en el género” para referirnos a aquella “que le viene dada precisamente por su condición de fémina” y que concuerda con la definición aportada por la Convención para la Eliminación de toda forma de Discriminación contra la Mujer (CEDAW). Es cierto que es un término adecuado, que sale del concepto “violencia de género”, a veces mal entendido, para dar una mayor amplitud al mismo, e igualmente una descripción más acertada.
El tratamiento del rol de combatiente es especialmente interesante y su tratamiento inédito en la literatura académica. Se analiza cómo las mujeres han ido formando parte de manera progresiva del conjunto de los combatientes, teniendo en cuenta además que en la Historia encontramos ejemplos de valerosas mujeres en todas las culturas. En este punto también América Latina tiene un papel esencial en la investigación, pues sus diferentes fuerzas armadas y guerrillas cuentan con muy diferentes grados de incorporación de las mujeres a sus filas.
Otro de los roles que la autora analiza en la monografía es el de las mujeres refugiadas, cuya actualidad convertía a este tema en necesario y especialmente trascendente. Hoy, 200 millones de personas se encuentran dentro de esos flujos de migrantes. Uno de los mayores retos del siglo XXI lo presentan las personas que, por unas y otras causas, se desplazan dentro o fuera de las fronteras nacionales.
Esto constituye uno de los mayores retos en este siglo XXI lo que obliga a analizar las causas de huida de miles de personas en todo el mundo. Prueba de ello son las llamadas “caravanas” de inmigrantes en Centroamérica o el éxodo masivo de los Rohinyá en Asia. Sin embargo, esto debe hacerse desde una perspectiva de género consciente y preparada, que entienda que a las mujeres y niñas les esperan otros tipos de amenazas y violencia, que se da por el hecho de ser mujeres.
En cuanto al proceso de paz y la reconstrucción posbélica, la autora hace énfasis en el necesario cumplimiento de la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (2000), en la que se instaba a los Estados a incorporar mujeres en las negociaciones de paz y los procesos de justicia transicional en todo el mundo. Sin duda, ha sido Colombia uno de los ejemplos más claros de esta incorporación (antes casi anecdótica) de las mujeres en las rondas de negociaciones y en los procesos transicionales, y será ejemplo en este sentido para otras muchas naciones que deben integrar estas directrices en sus diferentes procesos de transición.
En este escenario, Jiménez Sánchez también realiza un análisis sobre aquellos Estados que han cumplido con su obligación de elaborar un Plan Nacional de Acción sobre la Resolución 1325, poniendo de relieve un mayor grado de cumplimiento por parte de regiones como África o Europa, y una necesidad urgente de adquirir estos compromisos por parte de los Estados del continente americano. Hasta el año 2009, sólo Chile había aprobado un Plan Nacional de Acción y en la actualidad sólo se han sumado Paraguay, Argentina, Guatemala, el Salvador y Brasil[1]. Queda mucho aún por hacer en este sentido de adquisición de compromisos políticos, como pone de relieve la autora.
En cualquier caso, resulta una obra muy ilustrativa y pedagógica sobre la situación de las mujeres en los conflictos armados y los procesos de paz, que puede ayudar a comprender porqué es tan necesario poner la igualdad de género en el centro de las agendas políticas, tanto a nivel nacional como internacional.
Notas de fim
[1] https://www.peacewomen.org/member-states
Pour citer cet article
Ramón Martínez García, "Lectura de Las mujeres en los conflictos armados: conflicto, proceso de paz y posconflicto, Colección Atenea, Universidad de Málaga, 2016", RITA [en ligne], n°12 : septembre 2019, mis en ligne le 12 septembre 2019. Disponible en ligne:http://www.revue-rita.com/syntheses-de-recherche-12/lectura-de-las-mujeres-en-los-conflictos-armados-conflicto-proceso-de-paz-y-posconflicto-coleccion-atenea-universidad-de-malaga-2016-ramon-martinez-garcia.html